Eneko anunció a los talleristas que unos extraños insectos que se alimentaban de colores, excepto del azul, el blanco y el negro, que les caían mal, se habían colado en el taller y habían acabado con todas nuestras pinturas, salvo las ya mencionadas excepciones. Así que el reto era poder expresarnos, contar algo con nuestras pinturas, utilizando sólo azules y las mezclas que pudiéramos obtener al combinarlo con blanco y negro. ¿Quién necesita más?
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El mar y el viento (Tomás)
Arcoiris azul (Nuria).
Nieve azul (Mónica).
Los monstruos bailando chachachá (Mikel).
Paisaje con estrellas (marina).







Obra sin título de Tomás 








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