De repente, los talleristas estaban jugando con sus creaciones. A veces hacemos juguetes sin darnos cuenta y no lo descubrimos hasta que ya estamos en pleno juego. Un barco que navega en un mar de madera, otro que atraca para cargar chapas, una sirena que no canta pero que encanta, un barco que se transforma en robot...
lunes, 15 de febrero de 2010
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario