... y se fue volando. A continuación podréis ver nuestra aventura del sábado pasado. Talleristas y familia nos reunimos para instalar nuestros tótems en la ciudad. Éramos conscientes de que se trataba de una obra éfimera y que tarde o temprano alguien los arrancaría del lugar que elegimos para alegrar el paisaje o, con mucha suerte, el viento o la lluvia acabarían con ellos. Nunca nos imaginamos que estarían allí sólo unas horas...
Aún así, creemos que ha merecido la pena. Hemos disfrutado y aprendido un montón en todo el proceso de creación de los tótems y ni qué decir en su instalación. Infinitas gracias a todos los que participasteis en el proceso y la instalación, en especial a nuestro amigo y maravilloso cámara, Jorge. Para todos vosotros.
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5 comentarios:
Quizá, en los tiempos que corren, lo normal es sembrar miedos, intolerancias, odios absurdos, incomprensiones, integrismo religioso... Lo de sembrar un tótem parece en exceso revolucionario pero, mi más sincera enhorabuena.
Me ha encantado, me ha emocionado, quiero más...; bueno, estas imágenes no nos las pueden arrebatar. ¿Habrán llevado los tótem a objetos perdidos? Si es que no entienden el arte del alma.
Fdo.: madre de artistas.
Cualquier día nos los encontramos en el jardín de algún potentado roceño que hace gala de su gusto por el arte....
Besos
mar
Hola Veronica y Eneko, os queria decir que me gusto mucho plantar los tótems y tambien fabricarlos un beso Tomás
La experiencia del tótem me ha gutado mucho, sobretodo como lo disfrutamos...
os quiero dar las gracias.
un beso, Marina.
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