sábado, 23 de junio de 2012

Arte callejero - obras individuales

Aunque el arte callejero es más bien colectivo y casi siempre anónimo, al final de nuestro recorrido, en un parque infantil, les pedimos a los talleristas que hicieran una obra muy suya, muy personal. No se hicieron de rogar.

Antes de que Ada interviniera, este 
simpático personaje no era más que un útil
y aburridísimo bolardo.

¡El monstruo se come a su propio creador!
Eneko txiki le dio vida a este cubo de basura...
¡que casi lo devora!

Verónica lo tuvo claro nada más verlo: el aparca bicicletas
escondía un animal. Eneko se encargó de darle vida.

 Esta tapa de alcantarilla le resultó irresistible a Lucía.
Con unos pocos detalles ¡quedó convertida en tortuga!
Otro bolardo que nunca sospechó que podría
convertirse en un elegante personaje, con
sombrero bombín y todo. Marina lo vio clarísimo.

Aquí podéis ver cómo con un rotulador y un peine
un cubo de basura puede transformarse en un temible
pirata en un santiamén. Obra de Mikel.

¡Este debe de ser el grifo de agua más original
 y coqueto de todos los parques del mundo mundial!
Nayeli puso su toque personal y creó
esta colorida señora, con intervención de Lucía.

El personaje de esta valla nunca estará solo. 
Nuria se aplicó para darle color y vida.

El lateral de este columpio jamás se imaginó que
con un poco de tiza acabaría dotado de dientes y ojos, 
transformado en personaje. Lo firma Samuel.

Un observador atento podrá ver que 
la tapa de esta otra alcantarilla es en realidad la casa
de una chica lindisima, creación de Tomás.

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