domingo, 16 de noviembre de 2008

El grito de Munch y el expresionismo

Esta semana trabajamos el expresionismo y, más en concreto, el cuadro El grito, de Edvard Munch. Para ello, llevamos a cabo el ejercicio de observar la obra y pensar en lo que el artista quería comunicarnos con ella. Luego jugamos a buscar en un espejo nuestra propia imagen expresando sentimientos como el horror, la angustia, la tristeza, el enfado y la melancolía para mostrar a través de la pintura estas sensaciones, en muchos casos autorretratándonos. También reflexionamos sobre qué es lo que nos provoca tristeza, miedo o enfado. Hubo muchas y muy interesantes respuestas: a algunos nos daba miedo y tristeza la soledad; a otros, la muerte de los seres queridos; a varios nos asustaban ciertos insectos, los asesinos, la oscuridad, las pesadillas, el perder el control; por último, a algunos otros nos enfadaba el que no nos hicieran caso. Ha sido toda una experiencia, que todavía nos queda por profundizar.

Sobre Edvard Munch

Para muchos fue el mejor pintor noruego de todos los tiempos. Trabajó con frecuencia los temas relacionados con los sentimientos y las tragedias humanas, como la angustia, la soledad y la muerte, aunque no fueron los únicos que mostró en sus pinturas. Algunos de los estudiosos de su obra opinan que este interés por el dolor y la tristeza, por las partes oscuras del alma humana, se debe a la infancia dura que vivió, ya que perdió a su madre y a sus hermanas siendo muy niño y él mismo atravesó muchas enfermedades.
Se le considera precursor del expresionismo, un movimiento artístico que busca que las obras transmitan los sentimientos más hondos del artista a través de la expresión de las figuras. En el caso de Munch, lo hace dotando de una fuerte expresividad a los rostros y las actitudes de los personajes que pinta. De hecho, el pintor decía que así como otros pintores estudian la anatomía humana para pintar cuerpos, él intentaba estudiar los componentes del alma, para pintar sus sentimientos.

Sobre El grito


El grito es la obra más conocida de Munch. Al principio la tituló Desesperación. En ella el artista pretende reflejar la angustia por la vida. El cuadro, que tiene muchas versiones, retrata una figura que grita en un momento de desesperación y angustia.
Munch cuenta que para pintar este cuadro se inspiró en un paseo que dio con unos amigos. De pronto el sol se puso y el cielo se tiñó de un rojo intenso. Sus amigos continuaron andando, pero él se detuvo a mirar el cielo, mezcla de azul y rojo. Entonces se sintió súbitamente solo y angustiado y con unas ganas inmensas de gritar, de gritar desde lo más hondo desu ser para atravesar la naturaleza y todo lo que veía a su alrededor.


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