Dicen que es sorprendente todo lo que puede salir de un lápiz. Miki, Inés y Jordi nos lo muestran con este juego de transformaciones. Buena dosis de imaginación, mejor dibujo. Que lo disfrutéis.
domingo, 30 de noviembre de 2008
La Galería. Taller rupestre
En esta sesión nos transformamos en hombres y mujeres primitivos (no nos fue muy difícil, la verdad) y pintamos una gran "caverna" de forma colectiva. Para hacerlo, utilizamos pintura creada por nosotros mismos, machacando en un mortero pigmentos provenientes de minerales, arcilla, barros y otros materiales similares, que mezclamos con yemas de huevo y agua. Abajo tenéis parte del impresionante resultado.


Pintura rupestre

La palabra «rupestre» viene del latín. Rupes significa roca, pero también se entiende como sinónimo de primitivo. Por pintura rupestre entendemos cualquier actividad humana sobre los muros de cavernas, covachas, abrigos rocosos, etc. Pueden estar hechas con pinturas y pigmentos o también grabadas en la roca. Al estar protegidas en las cavernas, las pinturas rupestres han resistido el pasar de los siglos.
deseo, aunque hay muchas teorías al respecto. Se cree que los hombres y las mujeres primitivos pintaban sus deseos para que se hicieran realidad, como por ejemplo, una jornada exitosa de caza. Por eso, en las pinturas rupestres se simbolizan seres humanos y animales actuando en el medio ambiente.
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Por lo general se usaban uno o dos colores, incluyendo algunos negros, rojos, amarillos y ocres. Los colores o pigmentos eran de origen vegetal como el carbón vegetal, de fluidos y desechos corporales como la caca, compuestos minerales como la hematita, la arcilla y el óxido de manganeso, mezclados con resinas o grasas. Los artistas solían pintar directamente con los dedos o se usaban ramitas quebradas como lápices.
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..................ApAportación a la pintura rupestre de Carmen
La música
Esta semana trabajamos al ritmo de la música de El secreto de la flauta mágica, de Perejil y la diva infantil (dúo artístico formado por Marta Gómez y Alicia Merino, tía de Samuel y Gabriela), en el que cuentan y cantan la historia de Tamino y Papageno y su viaje por el Reino de la Noche, insipirado en las canciones de la ópera La flauta mágica de Mozart. Además, Samuel y Gabriela también nos trajeron música del espectáculo Alegría, del Circo del Sol.
También escuchamos canciones de Habib Koité, guitarrista y compositor de Mali, que junto a su grupo Bamada, interpreta la canción I Ka Barra (Tu trabajo), que acompaña el vídeo Cavernícolas que incluimos en esta actualización del blog, un poquito más arriba. A continuación podemos escuchar otra de sus canciones, Wassiye:
También escuchamos canciones de Habib Koité, guitarrista y compositor de Mali, que junto a su grupo Bamada, interpreta la canción I Ka Barra (Tu trabajo), que acompaña el vídeo Cavernícolas que incluimos en esta actualización del blog, un poquito más arriba. A continuación podemos escuchar otra de sus canciones, Wassiye:
domingo, 23 de noviembre de 2008
¿Y la nueva animación de animales?
Paciencia, paciencia. Inés, Jordi, Miki y Eneko están trabajando en una animación similar a Animales muy fantásticos, que publicamos anteriormente. Pronto veremos los resultados.
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Detalle del rinoceronte de Miki
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La Galería. Dibujos en torno a El grito de Munch
Esta semana acabamos el trabajo en torno a la obra El grito de Edvard Munch. Los talleristas nos mostraron diversas maneras de expresar angustia, miedo, dolor, enfado, tristeza y alegría y en algunos casos también ahondaron en las causas que les producían estos sentimientos. Los cuadros dobles muestran por un lado los efectos del sentimiento y por otro las causas que lo generan.
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La tristeza ante la soledad 1 (Carmen)
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Detalle de niña llorando (Marina)
La Galería. Dibujos libres
La música
Carmen nos alegró la sesión de esta semana trayéndonos su música preferida, un CD con canciones de los 40 Principales, High School Musical y Camp Rock. Hubo incluso quien se puso a bailar un poco durante el taller al compás de Suerte, de la cantante venezolana Shakira.
Además...
Además estuvimos escuchando música del CD Songbook de Goran Bregovic, reconocido músico y compositor yugoslavo, de padre croata y madre serbia. Le gusta mezclar en su música sonidos del folclore tradicional de los Balcanes, con rock y otros estilos musicales.
Además...
Además estuvimos escuchando música del CD Songbook de Goran Bregovic, reconocido músico y compositor yugoslavo, de padre croata y madre serbia. Le gusta mezclar en su música sonidos del folclore tradicional de los Balcanes, con rock y otros estilos musicales.
El cuento

Esa noche Irene no podía dormir. Había cumplido todos los rituales de costumbre: se había dado un baño, había cenado con sus dos hermanas y se había metido en la cama a leer un ratito hasta que su madre les había dado un beso de buenas noches a las tres y había apagado la luz. Normalmente a Irene le encantaba ese momento íntimo en que podía dejar en libertad a sus deseos, cabalgar sobre ellos y permitir que la llevaran por rumbos extraños hasta que llegaban las imágenes de los sueños a enredarlo todo y de pronto, cuando volvía a abrir los ojos, la luz del día ya se colaba por entre las cortinas de su cuarto.
Pero esa noche tenía una bola en el estómago, un bultito molesto que le crecía y le crecía, haciéndola sentirse inquieta, incómoda. Intentó cerrar los ojos y montarse en un deseo, pero fue inútil, esa vez no podía volar. Sus hermanas ya dormían. Podía oír sus respiraciones, a veces profundas y a ratos más ligeras. Se imaginó que conversaban en un idioma secreto en medio del sueño, una lengua hecha a base de suspiros, ronquidos y respirares, pero enseguida se volvió acordar de aquello y sintió que la bola que tenía adentro ocupaba cada vez más espacio. Sí, estaba segura de que se estaba haciendo más grande.
En realidad, Irene sabía porque estaba allí la bola. Mañana sería su turno y no podría escaparse. Había estado intentando hacerse trampas a sí misma todo el día para no acordarse de que le tocaba salir delante de la clase para hablar del miedo. Era la última de la lista. Ya habían salido todos los niños, uno por uno, a contar las cosas que les asustaban. Marcos había dicho que las calaveras y Natalia que las avispas. Otros niños y niñas habían mencionado la oscuridad, las pesadillas, los fantasmas. Ella también les tenía miedo a las avispas, pero no eran lo que de verdad le causaba auténtico terror, esa sensación que es casi como si de verdad un bulto ocupara nuestro cuerpo.
Irene era una niña bastante tímida, una de las que en clase no hablan con casi nadie, de las que en los recreos suelen andar con una o dos amigas. De hecho, su única amiga verdadera había sido Juana, pero se había mudado a otra ciudad hacía unas semanas y ahora Irene andaba un poco sola. Así que en los recreos se dedicaba a pintar. La profesora de arte decía que Irene pintaba muy bien. No era sólo por la facilidad con que daba forma a cualquier figura sobre el papel, sino porque, decía la maestra, en sus trabajos siempre había mucha fuerza. Si te dabas el tiempo de mirarlos, acababas descubriendo un mensaje secreto de Irene, acababas descubriendo a Irene
Pero esa noche tenía una bola en el estómago, un bultito molesto que le crecía y le crecía, haciéndola sentirse inquieta, incómoda. Intentó cerrar los ojos y montarse en un deseo, pero fue inútil, esa vez no podía volar. Sus hermanas ya dormían. Podía oír sus respiraciones, a veces profundas y a ratos más ligeras. Se imaginó que conversaban en un idioma secreto en medio del sueño, una lengua hecha a base de suspiros, ronquidos y respirares, pero enseguida se volvió acordar de aquello y sintió que la bola que tenía adentro ocupaba cada vez más espacio. Sí, estaba segura de que se estaba haciendo más grande.
En realidad, Irene sabía porque estaba allí la bola. Mañana sería su turno y no podría escaparse. Había estado intentando hacerse trampas a sí misma todo el día para no acordarse de que le tocaba salir delante de la clase para hablar del miedo. Era la última de la lista. Ya habían salido todos los niños, uno por uno, a contar las cosas que les asustaban. Marcos había dicho que las calaveras y Natalia que las avispas. Otros niños y niñas habían mencionado la oscuridad, las pesadillas, los fantasmas. Ella también les tenía miedo a las avispas, pero no eran lo que de verdad le causaba auténtico terror, esa sensación que es casi como si de verdad un bulto ocupara nuestro cuerpo.
Irene era una niña bastante tímida, una de las que en clase no hablan con casi nadie, de las que en los recreos suelen andar con una o dos amigas. De hecho, su única amiga verdadera había sido Juana, pero se había mudado a otra ciudad hacía unas semanas y ahora Irene andaba un poco sola. Así que en los recreos se dedicaba a pintar. La profesora de arte decía que Irene pintaba muy bien. No era sólo por la facilidad con que daba forma a cualquier figura sobre el papel, sino porque, decía la maestra, en sus trabajos siempre había mucha fuerza. Si te dabas el tiempo de mirarlos, acababas descubriendo un mensaje secreto de Irene, acababas descubriendo a Irene
misma.

A pesar de todo, al final el sueño pudo más que el miedo e Irene se durmió. Soñó que tenía un gusanito dentro de ella, una larva hambrienta que crecía y crecía dentro de su estómago y que se estaba alimentando de su voz y de su alma. Por eso no podía pensar, por eso no podía hablar ni gritar. Se despertó con el corazón a mil, sudando. Miró a través ventana: ya estaba amaneciendo y la hora fatídica se acercaba.
Pero de pronto, Irene supo qué hacer. Encendió su lamparita cruzando los dedos para que sus hermanas, enfrascadas en una conversación de ronquidos, no se despertaran y sacó su block de bocetos y sus pasteles. Mientras se dibujaba sola y rara, en medio del patio vacío del colegio, sintió que poco a poco se le iba quitando el miedo, que el bicho que tenía en el estómago le iba dejando espacio para respirar. Lloró un poco, pero de alivio, y cuando abrió la boca para suspirar hondo le salió una enorme mariposa de dentro. Irene al pintar su angustia, había logrado convertir la larva de su miedo en una mariposa de una belleza extraña, que se posó en su dibujo y lo llenó de colores.
domingo, 16 de noviembre de 2008
La Galería. Obras expresionistas y animales fantásticos
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