Acabábamos de volver de la prehistoria, de observar concienzudamente los detalles de todos los seres que habíamos encontrado: cómo era su estructura; si tenían cuellos largos o pequeños; si tenían alas, colas, cuernos; cuáles eran sus armas defensivas; cómo eran sus ojos; si tenían escamas o plumas... En fin, las posibilidades eran infinitas. Ahora tocaba poner sobre papel los reciclasaurios que más nos habían impactado y que tal vez reproduciríamos más adelante. Esto es lo que salió:
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domingo, 22 de abril de 2012
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