Laurel y Hardy, el Gordo y el Flaco, fueron los protagonistas de este taller. Recibimos a los talleristas con un pequeño teatro sorpresa. Las aventuras y desventuras de nuestro Gordo y nuestro Flaco iban a servir para algo más que para hacernos reir... .
Aqué tenemos a nuestro Gordo...
Y aquí a nuestro Flaco.
Están los dos muy preocupados. No tienen trabajo y sí muchísima hambre. ¿Qué pueden hacer?
De pronto, la solución. Abren un nuevo restaurante. Se va a llamar "El universo feliz". El dueño les ofrece trabajo a cambio de un buen plato de comida. Tienen una hora para decorar el suelo con un oscuro firmamento poblado de felices planetas.
Así están las cosas cuando el Flaco decide que necesita comer más que el Gordo. Él solo pintará el suelo del local y podrá recibir su recompensa sin compartirla con nadie. De modo que se quita el sombrero. Ya está. Listo para trabajar. . Se pone manos a la obra. Pero enseguida se da cuenta de que si bien dibuja con gran precisión las expresiones de las caras felices de los planetas, no se desenvuelve bien pintando el fondo. Va muy lento: tardará más de una hora. Eso si no acaba agotándose antes (o quedándose sin tinta). .
El Gordo decide por su parte que él tiene demasiada hambre como para dividir la comida entre dos. ¡Ni hablar! No necesita ayuda para realizar el trabajo. Empieza muy bien, concentrándose en pintar el fondo. Lo hace sin problemas y tampoco se le da nada mal dibujar los contornos de los planetas. El problema viene cuando quiere dibujar las expresiones, los detalles. A ver... Ummm, el primero le queda pésimo y lo acaba integrando con el negro firmamento. El segundo... peor. Está desolado. Definitivamente no puede hacer el trabajo él solo.
Por suerte, el Gordo y el Flaco entran en razón y deciden ser solidarios. Así sí que lo consiguen. El Gordo pinta con vitalidad y fluidez el fondo, mientras el Flaco se dedica a dibujar los detalles con precisión y buen pulso.
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Al final, el trabajo concluye con éxito. Y ya lo dice el refrán: Corazón contento, barriga llena. ¿O era al revés? .
Los talleres de Luciérnaga son un espacio de trabajo y de acercamiento al arte donde las niñas y los niños (y los que no lo son ya tanto) podrán desarrollar su creatividad a través de la narración, el dibujo y la pintura, la expresión corporal y el trabajo manual con diversos materiales.
Están dirigidos a cualquiera que desee pasar un rato divertido y descubrir nuevas formas de mirar la vida y darle forma a su imaginación. El objetivo es estimular la creatividad y curiosidad de los participantes; dotarlos de nuevas posibilidades de expresarse y comunicarse; crear el gusto y la sensibilidad por diversas manifestaciones culturales y artísticas.
Descubre el poder de la imaginación
Este blog pretende ser una ventana por la que asomarse al trabajo que se realiza en los talleres. Aquí podréis encontrar los temas y el material que hemos preparado, las diversas expresiones artísticas que estamos trabajando, las herramientas que utilizamos y todo lo que los talleristas estén descubriendo y creando. Es también nuestra galería virtual, donde podréis apreciar las obras de los participantes.
Los talleres están a cargo de:
Eneko las Heras Pintor y dibujante. Actualmente, además de trabajar en los talleres de la Luciérnaga, es humorista gráfico en el diario 20 Minutos y en la revista Interviú. Ha llevado a cabo diversos proyectos artísticos con niños.
Verónica Ortiz Traductora, estudió Literatura y Lingüísitica. Tiene amplia experiencia en talleres infantiles de creación, especialmente literaria y periodística.
Marijose Valdivieso Gestora cultural. Ha trabajado en medios audiovisuales y en teatro.
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